Dicen que, debido a la crisis y al euro, se pierden menos monedas. Pero esas
solo tienen importancia para los bolsillos domésticos. Hay otras «perdidas» en
Tal es el caso de una rarísima moneda celta de bronce que estaba en manos de un
coleccionista de Vigo, quien desconocía a qué época pertenecía. Jaime Paz
Molina, investigador y escritor numismático, ha logrado catalogarla, aunque dice
que su descubridor fue el arqueólogo lucense y especialista en la cultura de los
celtas, Laureano Carballo.
La moneda en cuestión data del siglo I antes de Cristo. Imita al denario deplata de Imones (Baskunes), acuñado en la antigua Pompaelo (actual Pamplona), en
la segunda mitad del siglo II antes de Cristo. Su anverso reproduce una especie
de serpiente con dos cabezas y dos torques (collares celtas) enfrentados.
En el reverso se aprecia un guerrero vascón o caballo blandiendo espada. Su
leyenda; Imonio (deturpación de Imones). Pesa 3 gramos y presenta una agradable
patina verde. La conservación (reverso) es excelente. Este curiosísimo híbrido
monetario tiene una importante carga histórica, al demostrar numismáticamente la
presencia de guerreros vascones en la Galia durante el siglo I antes de Cristo.
Seguramente, afirman estos expertos, se trata de los guerreros cantábricos a
caballo a los que se refiere Julio César en su obra La Guerra de las Galias
(libro III, capítulo 24). Guerreros que lucharon ferozmente (aliados a la tribu
celta de los belgas ambianos) contra los romanos durante los años 57-52 antes de
Cristo.
El numismático Jaime Paz no ha querido realizar una valoración crematística de
esta moneda, aunque resalta su importancia, porque incluso falta en la colección
de numismática celta del British Museum y en la colección hispánica del Museo
Arqueológico Nacional de Madrid.
lavozdegalicia.es 16/410/2011
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2011/10/16/0003_201110V16C5991.htm
lavozdegalicia.es 16/410/2011
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2011/10/16/0003_201110V16C5991.htm
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